×
Now Playing
La Nueva Omaha
sorapopu@gmail.com / Depositphotos.com

Halloween: ¿Por qué los fantasmas visten ropa o sábanas blancas?

By Rolando Lopez Oct 29, 2024 | 11:12 AM

¿Por qué los fantasmas parecen estar siempre cubiertos de ropa, y en particular, con sábanas blancas? La imagen del espectro envuelto en un sudario blanco se ha convertido en un ícono cultural, especialmente en la época de Halloween, pero su origen tiene raíces profundas en la historia y en la percepción social de la muerte y lo sobrenatural.

El artista británico George Cruikshank ya lo cuestionaba en 1863: ¿por qué los fantasmas, de existir, deberían presentarse vestidos? En plena época victoriana, la idea de fantasmas desnudos o desprovistos de sus mortajas era rara y hasta absurda. Para muchos, el fantasma debía presentarse cubierto, tal como el cadáver que representa. Esta imagen de un espectro con ropa funeraria simbolizaba el vínculo entre el cuerpo y el alma, un recordatorio visual del tránsito entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

La ropa, además, cumplía una función social en el siglo XIX, ayudando a identificar clase, género y ocupación, lo que se reflejaba en los relatos de visiones de fantasmas. Un informe en The Strand en 1908 describía a una sirvienta con vestido de algodón claro y gorra blanca, detalles que la hacían reconocible. En este sentido, la ropa se convertía en un símbolo de identidad aún después de la muerte, pues permitía al vidente categorizar a la aparición.
A medida que el espiritismo y las investigaciones psíquicas ganaron popularidad, surgió un nuevo problema: si los fantasmas eran reales, ¿por qué llevaban ropa? El antropólogo Andrew Lang propuso en 1897 que la ropa de los fantasmas era producto de la imaginación y de una moral victoriana “limpia” que evitaba la desnudez, tanto en sueños como en visiones. Así, los fantasmas vestidos serían una proyección psíquica acorde con las normas sociales de la época.

Halloween, una celebración donde los fantasmas de sábanas blancas y sus leyendas cobran vida, continúa el legado de esta imagen victoriana. La figura de los fantasmas vestidos, envueltos en sus sudarios y manteniendo una “decencia” inexplicable, sigue siendo una imagen que encarna el misterio de lo que podría existir entre la vida y la muerte, sugiriendo que, incluso en el más allá, los vestigios de la vida cotidiana persisten.